UNA VEZ MÁS CELCO

Desde el año 1999 que se realizan denuncias de muerte masiva de peces y aves en las aguas del río Mataquito en la región del Maule.

En efecto, el 23 de diciembre de 1999 la comunidad de regantes Lora- Quelmen con el apoyo del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, interpuso un recurso de protección en relación con estos hechos, en contra de los propietarios de la Planta de Celulosa Licanten, recurso que tras una larga tramitación fue rechazado.

La entidad causante del desastre ambiental es un viejo conocido, Celco SA, la misma propietaria de la Planta Celulosa Valdivia, responsable de la destrucción del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter en el Río Cruces y de la Planta Itata.

Hoy hemos sido golpeados por la noticia de un nuevo y esta vez enorme desastre ambiental en el Mataquito, consistente en la muerte de miles de peces y aves marinas producto del vertido de residuos industriales líquidos por la planta Licancel de Celco.

¿Cómo puede seguir ocurriendo esto?

A estas alturas del partido, día a día somos bombardeados en la prensa con el supuesto compromiso con la vida de Arauco y su mentado Parque Oncol, Celco ha suscrito dos acuerdos de producción limpia y se ha sometido al sistema de gestión ambiental Iso 14.000, supuestamente sus instalaciones están sometidas a una férrea fiscalización de parte de diversos órganos del estado, pero parece que todo esto no sirve para nada.

Que dice nuestra legislación frente a este tipo de casos?

La Ley General de Pesca y Acuicultura en su artículo 136 establece "que quien introdujere o mandare introducir en el mar, ríos, lagos o cualquier otro cuerpo de agua, agentes contaminantes químicos, biológicos o físicos que causen daño a los recursos hidrobiológicos, sin que previamente hayan sido neutralizados para evitar tales daños, será sancionado con multa de 50 a 3.000 unidades tributarias mensuales. Si procediere con dolo, además de la multa, la pena a aplicar será la de presidio menor en su grado mínimo."

Es de esperar que funcionarios de Sernapesca o la Armada de Chile denuncien estos hechos a la justicia criminal a fin que sea el ministerio publico quien investigue este nuevo crimen ambiental, sin embargo y producto de los reiterados ejemplos de impunidad frente a situaciones como esta, veo con pesimismo el destino de nuestros preciados recursos hídricos.

VLADIMIR RIESCO BAHAMONDES

Abogado (Valdivia)