Río Itata con espuma y el Laraquete con muerte de peces.

Episodio Uno. La presencia de una gruesa capa de espuma en el río Itata, a la altura de Ñipas y que se distinguía claramente en el puente del mismo nombre, provocó preocupación entre residentes del sector el pasado fin de semana. Por eso, el llamado a la autoridad de Salud de Ñuble fue inmediato.

Las primeras miradas se dirigieron al complejo Nueva Aldea de Celulosa Arauco, ubicado en la comuna de Ranquil. “Es lógico, porque la epidermis está sensible con lo ocurrido en el río Mataquito”, comenta el concejal, Felipe Rebolledo. Sin embargo, es un vistazo apresurado. “No se puede establecer una causa-efecto con los efluentes de la planta Itata de Celulosa Arauco, pero le pedimos a la empresa que realice análisis del agua para darle tranquilidad en la población y descartar la presencia de químicos”, agrega. Su preocupación aumenta considerando que cerca de ese sector se encuentra el sistema de captación de agua potable de Essbio para abastecer de agua a Ranquil.

El doctor Giancarlo Garbarino, delegado provincial de Ñuble de la Seremi de Salud y encargado de la investigación, entrega tranquilidad. “No hay peces ni animales muertos, ni nada de lo que se parezca a lo que sucedió en Mataquito”, adelanta. De hecho los expertos señalan que la hipótesis que más se acerca a la realidad es que se trate de un fenómeno natural de arrastre de sedimentos en las primeras avenidas del río después de las lluvias de la semana pasada.

En todo caso, especialistas de Salud tomaron muestras para analizarlas en el laboratorio del Servicio de Salud de Ñuble. Los resultados van a estar listos la próxima semana.

Pescadores denuncian

Episodio Dos. La misteriosa aparición de anchovetas, sardinas y pejerreyes muertos en el río Larequete, cerca del complejo Horcones de Celulosa Arauco, y la denuncia de pescadores de la zona de un posible episodio de contaminación en el lugar hizo pensar que el escenario de Mataquito se trasladaría una región más al sur.

Nada de eso hay, por ahora. Andrea Aste, jefa del departamento de Acción Sanitaria de la Seremi de Salud de la Región del Biobío, recorrió el lugar y se dio cuenta que al mirar el agua se aprecia de un color más oscuro, pero al tomarla con las manos estaba transparente y sin mal olor. “La explicación de la empresa es que el fondo marino tiene acumulación de materia orgánica y le da ese color al agua”, comenta.

Aste también ingresó al complejo de Celco para analizar el flujo de los riles y de la evacuación de las aguas lluvia que cuatro plantas de la firma vierten hacia el río. Lo mismo se hizo con otras empresas del sector.

El escenario se fue aclarando con el correr de los días. Sernapesca descartó que los peces hayan muerto en el río –anchovetas y sardinas son especies de mar- y más tarde se supo que un comerciante que no pudo vender sus pescados los lanzó al río.

Para despejar todas las dudas, se tomaron muestras en distintos puntos: antes de pasar por el complejo de la celulosa, en el lugar donde están los puntos de descarga, y en el río Laraquete. Los resultados estarán la próxima semana. “Hoy no descarto ni afirmo nada”, dice Aste. “Para hacer una afirmación necesito los resultados”.

Publicado en La Nación.cl