Arauco: caudales aún están lejos de impactar producción
La lluvia que cayó sobre Santiago el viernes sólo la vieron por televisión en el sur. Las precipitaciones capitalinas no redujeron la inquietud que existe entre los productores de celulosa por la baja que han registrado los ríos con que trabajan sus plantas.
Sin embargo, en una reunión con inversionistas, ejecutivos de Arauco -división forestal del grupo Angelini- aseguraron que los ríos “aún se encuentran lejos” de alcanzar niveles que pudieran obligar a las autoridades ambientales a restringir o congelar la producción de celulosa.
Es el caso de Nueva Aldea. Según explicó el gerente de comunicaciones de Arauco VIII Región, Iván Chamorro, la planta ha trabajado en forma normal, con un caudal que supera largamente el nivel “ecológico” que establece la norma ambiental.
De acuerdo a la resolución vigente, el caudal del río Itata -que provisiona a Nueva Aldea- debe estar por debajo de los 5 metros cúbicos por segundo (m3/s) para decretarse un cierre. Chamorro planteó que las últimas mediciones arrojaron un promedio de 18 m3/s, demostrando una holgura que si bien no hace olvidar el problema, por lo menos lo aleja.
En una situación similar se encuentra la planta de Valdivia. El gerente de finanzas de Arauco, Gianfranco Trufello, expuso a los inversionistas que el caudal del río Cruces hoy llega a los 10 m3/s y el riesgo de cierre está fijado en los 5 m3/s. El agua se utiliza principalmente en el transporte y lavado de madera.
En tanto, el río Mataquito, que abastece a la planta Licancel, tiene actualmente un caudal de 17 m3/s y el nivel ecológico se sitúa en 3,6 m3/s.
Por su parte, el presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Fernando Léniz, reconoció la inquietud del sector por el impacto de la sequía, tal como lo hiciera el secretario general de la CMPC, Gonzalo García.
“Estamos muy atentos, pero, en el área de celulosa, afortunadamente tanto Arauco como CMPC, han seguido operando con normalidad. No hay que olvidar que esta situación no es exclusiva de este sector, sino que afecta a todas las áreas productivas”, planteó Léniz.
El dirigente gremial explicó que en cuanto a la actividad forestal, “lo más serio se ha visto en plantaciones pequeñas, especialmente en la VII Región. Se han secado pozos y, en general, la sequía ha afectado a las napas subterráneas. Esperamos que la naturaleza pronto aporte lo suyo”.
Léniz concluyó que estas contingencias preocupan más de la cuenta cuando coinciden con otros fenómenos relevantes, como la caída del dólar.
Sin embargo, en una reunión con inversionistas, ejecutivos de Arauco -división forestal del grupo Angelini- aseguraron que los ríos “aún se encuentran lejos” de alcanzar niveles que pudieran obligar a las autoridades ambientales a restringir o congelar la producción de celulosa.
Es el caso de Nueva Aldea. Según explicó el gerente de comunicaciones de Arauco VIII Región, Iván Chamorro, la planta ha trabajado en forma normal, con un caudal que supera largamente el nivel “ecológico” que establece la norma ambiental.
De acuerdo a la resolución vigente, el caudal del río Itata -que provisiona a Nueva Aldea- debe estar por debajo de los 5 metros cúbicos por segundo (m3/s) para decretarse un cierre. Chamorro planteó que las últimas mediciones arrojaron un promedio de 18 m3/s, demostrando una holgura que si bien no hace olvidar el problema, por lo menos lo aleja.
En una situación similar se encuentra la planta de Valdivia. El gerente de finanzas de Arauco, Gianfranco Trufello, expuso a los inversionistas que el caudal del río Cruces hoy llega a los 10 m3/s y el riesgo de cierre está fijado en los 5 m3/s. El agua se utiliza principalmente en el transporte y lavado de madera.
En tanto, el río Mataquito, que abastece a la planta Licancel, tiene actualmente un caudal de 17 m3/s y el nivel ecológico se sitúa en 3,6 m3/s.
Por su parte, el presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Fernando Léniz, reconoció la inquietud del sector por el impacto de la sequía, tal como lo hiciera el secretario general de la CMPC, Gonzalo García.
“Estamos muy atentos, pero, en el área de celulosa, afortunadamente tanto Arauco como CMPC, han seguido operando con normalidad. No hay que olvidar que esta situación no es exclusiva de este sector, sino que afecta a todas las áreas productivas”, planteó Léniz.
El dirigente gremial explicó que en cuanto a la actividad forestal, “lo más serio se ha visto en plantaciones pequeñas, especialmente en la VII Región. Se han secado pozos y, en general, la sequía ha afectado a las napas subterráneas. Esperamos que la naturaleza pronto aporte lo suyo”.
Léniz concluyó que estas contingencias preocupan más de la cuenta cuando coinciden con otros fenómenos relevantes, como la caída del dólar.
Publicado el 11 de Marzo de 2008 en Diario Financiero
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