Puertos de la Región crecen para envíos de celulosa.

El sistema portuario de la VIII región, que moviliza cerca del 25% del volumen de tráfico nacional, el segundo después de la V región, arroja cifras alentadoras para sostener el crecimiento de la demanda forestal de los próximos años, con inversiones cercanas a los US$ 240 millones hacia el año 2010, y con el desafío de enfrentar un crecimiento no menor de la carga a través de contenedores.

Las principales terminales de servicio público, concentrados en los puertos de Lirquén, san Vicente y Coronel, ya demostraron con creces su capacidad de absorber los requerimientos de la entrada en operación de las plantas de celulosa de Santa Fe II y de Nueva Alda, que en conjunto inyectaron mas de 1,6 millones de toneladas durante el año 2007.

Fue un proceso esperado y planificado por las empresas portuarias, y cuyo éxito se tradujo en el aporta al crecimiento del 27% que registraron durante el 2007 las exportaciones forestales chilenas, en relación con el año 2006, con una cifra total de casi US$ 5.000 millones.

Crecimiento planificado

Puerto Lirquén cosechó este último año los frutos de una planificación adecuada, según sus ejecutivos, con una reestructuración del área de celulosa que permitió pasar de una transferencia de 1 millón de toneladas de celulosa al año 2006 a 2 millones de toneladas el año 2007.

Juan Alberto Arancibia, gerente de la división Break Bula de Puerto Lirquén, dice que tales resultados no son producto del azar. Desde el año 2000 la empresa desarrolla un plan con inversión por un monto superior a los US$ 50.000 millones. Es así como se cuentan la ampliación del muelle, la compra de tres grúas móviles Liebre; la construcción de 80.000 m2 de bodegas, la compra de equipamiento portuario para la celulosa, madera y contenedores; y el desarrollo de softwares que permiten administrar y planificar la operación desde la recepción hasta el embarque para cada tipo de producto. “Todo esto ha permitido ampliar nuestra capacidad en forma importante y así captar una mayor cuota de mercado, como ha sido en el caso de la celulosa en el último año”, confiesa.

En San Vicente Terminal Internacional S.A. (SVTI), su especial interés por la transferencia de carga en contenedores se tradujo el 2007 en el crecimiento de un 21% respecto al año anterior.

Según Felipe Barison, gerente general de SVTI, la entrada en operaciones en Santa Fe II y Nueva Aldea a niveles cercanos al de su máxima capacidad, “nos ha influido en el incremento de los contenedores, ya que aproximadamente un 20% de la celulosa que se exporta es transportada en este medio”.

En estos resultados tampoco ha habido improvisación. Barison destaca que a carga de celulosa se consolida en el mismo puerto, “lo que nos ha llevado a integrarnos verticalmente hacia atrás en la cadena logística, llegando a latos niveles de eficiencia en esta operación, consolidando anualmente en promedio uno de cada dos contenedores que se embarcan en SVTI”.

El Puerto de Coronel, en tanto, movilizó el año pasado cerca de 2 millones 750 mil toneladas de carga (cerca del 85% fue de origen forestal), aunque la ubicación geográfica del puerto ha hecho de Santa Fe y Nueva Aldea sea mucho menor. Hasta antes del ingreso de estas plantas al sistema, al Puerto de Coronel era el principal punto de embarque de celulosa, pero ahra ha sido desplazado por Lirquén.

En este escenario, el gerente general del Puerto de Coronel, Alberto Miranda Guerra, asegura que los exportadores del sector forestal deben sentirse tranquilos, porque los terminales de carga están respondiendo a tiempo a los requerimientos. Sin embargo, asegura que “en lo que estamos fallando es en la conexión ferroviaria para el transporte de carga.

Inversiones que vienen

Aunque la crisis subprime, marcada por la baja en la construcción de viviendas nuevas en Estados Unidos, ha tenido un claro efecto negativo sobre las exportaciones de madera y remanufacturadas desde Chile, la percepción de los ejecutivos portuarios es que la demanda sobre los terminales seguirá creciendo.

Rodrigo Olea, gerente de la División de Contenedores del Puerto de Lirquén, señala que durante el 2008 “esperamos que se consoliden importantes proyectos en los sectores de celulosa y tableros, y que debido a esto aumentará la transferencia por nuestro terminal”.

Según Olea, en los siguientes tres años las inversiones serán muchas y de montos importantes, estimados en unos US$ 49 millones. Entre otras, “tenemos el nuevo Patio La Tosca, de diez hectáreas, que debe adjudicarse este año; el alargue del muelle número dos; y la adquisición de nuevas grúas Post-Panamax para el negocio de contenedores. Adicionalmente, tendremos la construcción de la tercera y cuarta etapa de la bodega número 14, que en total agregará 13.100 m2 de techo para celulosa y madera”.

En SVTI, la extensión del plazo de concesión más allá del 2014, por otros 15 años, asegura la materialización de nuevas inversiones que, en conjunto, podrían alcanzar los US$ 90 millones en tres años.

Felipe Barison adelanta que el año 2008 lo están recibiendo con una nueva grúa móvil para la transferencia de contenedores, “totalizando cinco grúas de este tipo y consolidando nuestra posición como terminal con el mayor parque de grúas móviles de Chile. Adicionalmente, estamos realizando los estudios respectivos de oleaje, resistencia, entre otros, para determinar cuál es la mejor opción para expandir nuestro muelle y afrontar el crecimiento de la demanda con una mirada de largo plazo”.

El Puerto de Coronel, en tanto, ya inició la construcción de un nuevo muelle que sumará dos sitios de atraque pensados en la transferencia de carga en contenedores. Alberto Miranda explica que esta obra permitirá aumentar la capacidad de transferencia de carga en otros 3,5 millones de toneladas al año.

Fuente: http://www.maritimoportuario.cl/