Celco analiza el mar
Un par de erizos recibe ciertos compuestos de manos de investigadores del Laboratorio Costero de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Ucsc, de Lenga y, ambos reaccionan expulsando gametos femeninos y masculinos, respectivamente, las células que al unirse dan origen al huevo.
Sobre esos gametos capturados con la técnica de laboratorio se realizan bioensayos, correspondientes a una de las pruebas de evaluación toxicológica marina que está efectuando el Centro Regional de Estudios Ambientales (Crea) de la universidad, para Celco y su planta Nueva Aldea.
Es uno de los estudios que el recién formado Crea está desarrollando, dos de ellos para el complejo Nueva Aldea, empresa que cancela UF 14 mil por cada uno de los tres años de investigación científica que apuntan a saber cómo están ahora los organismos marinos, su estado cuando el proyecto comience a operar (básicamente el ducto de emisión de riles) y su estado posterior a ello.
Los trabajos son de bioensayos toxicológicos y de análisis de biomarcadores en la fauna marina en la desembocadura del río Itata.
Es un monitoreo que fue requerido por Conama a la planta, como medida para evaluar en el futuro los posibles efectos de sus emisiones y que Crea se adjudicó a través de una licitación.
Claudio Espinoza, licenciado en biología, a cargo del laboratorio de toxicología confiesa que el proyecto es "el más grande en que trabajo en los 15 años que llevo en la Ucsc" y que tiene bioensayos a nivel submareal (mar adentro) e intermareal (orilla de playa entre la más baja y la más alta marea).
Trabajan con los organismos, el agua, el sedimento, desde Cobquecura a Dichato, con 16 estaciones a nivel submareal y 10 intermareal. Lo que obtendrán será una evaluación de la situación toxicológica de esa área para ir monitoreando los potenciales efectos que pueda tener la emisión del emisario.
También trabajan a nivel ecotoxicológico o sea con bioindicadores a distintos niveles, por ejemplo, de micro núcleo, celular, poblacional.
El doctor Dagoberto Arcos, director del Crea (que funciona al alero de la Facultad de Ciencias), comentó que además de los dos proyectos de medio ambiente asociados a la celulosa Nueva Aldea, también trabajan con Celco Constitución; con la misma empresa en Licantén, una planta que opera desde hace 10 años aprovechando las aguas del río Mataquito y se está realizando un monitoreo.
Además, con una minera que planea instalarse en la X Región, todo ello a pesar que apenas hace dos meses que están ofreciendo servicios en estudios medioambientales, especialmente marinos.
La idea es entregar conocimientos sobre todo en materia del ambiente costero y zonas aledañas a las industrias, información que es demandada por autoridades marítimas regionales o empresariales.
Publicado en Diario El Sur, Agosto 23 de 2006.-
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