Celco Nueva Aldea Detenida.
Náuseas, mareos, malestar general y diversos síntomas sintieron habitantes de Ránquil y Quillón debido a fuertes emanaciones procedentes desde la celulosa Nueva Aldea.
La situación, obligó a que los vecinos llamaran a sus autoridades comunales y de Salud, así como a la Conama, que ayer debían efectuar averiguaciones en la zona.
Por lo menos, desde la Autoridad Sanitaria, salió pasadas las 16 horas un equipo para constatar en terreno la denuncia de los habitantes de las comunas, dijo Giancarlo Garbarino, jefe provincial de la entidad que hoy debería dar una versión de los hechos.
Oscar Henríquez, encargado de Medio Ambiente de la Municipaliad de Quillón, sostuvo que los malos olores se sintieron desde las 8 de la mañana y hasta las 17 horas aproximadamente.
Dijo que no fueron de gran intensidad como en otras cinco ocasiones en este año, pero fue de mayor duración. Las emanaciones se sintieron en el centro de la cabecera comunal, distante unos 11 kilómetros del complejo industrial.
En Ránquil, la situación no fue mejor relató el viñatero Víctor Rabanal, quien vive muy cerca de la celulosa y quien recibe en forma permanente los efectos de la produción de celulosa.
Manifestó que en la zona donde habita, el problema es constante, pero en los últimos días los malos olores se habían agudizado, debido a que según lo que pudo averiguar, la planta había parado su producción, por mantención.
CELULOSA.
Rabanal no estaba muy equivocado, pues efectivamente la celulosa debió paralizar sus actividades debido a trabajos que se debieron efectuar en la caldera, dijo el gerente de asuntos públicos Iván Chamorro.
El ejecutivo, manifestó que la planta de celulosa está detenida desde hace varios días debido a lo que calificó como una "detención no programada", sin señalar concretamente que pudo haber una falla.
Reconoció que la industria está en permanente fiscalización y monitoreo y que en virtud de ello se decidió paralizar las actividades.
Fuente: La Discusión
Dijo que no fueron de gran intensidad como en otras cinco ocasiones en este año, pero fue de mayor duración. Las emanaciones se sintieron en el centro de la cabecera comunal, distante unos 11 kilómetros del complejo industrial.
En Ránquil, la situación no fue mejor relató el viñatero Víctor Rabanal, quien vive muy cerca de la celulosa y quien recibe en forma permanente los efectos de la produción de celulosa.
Manifestó que en la zona donde habita, el problema es constante, pero en los últimos días los malos olores se habían agudizado, debido a que según lo que pudo averiguar, la planta había parado su producción, por mantención.
CELULOSA.
Rabanal no estaba muy equivocado, pues efectivamente la celulosa debió paralizar sus actividades debido a trabajos que se debieron efectuar en la caldera, dijo el gerente de asuntos públicos Iván Chamorro.
El ejecutivo, manifestó que la planta de celulosa está detenida desde hace varios días debido a lo que calificó como una "detención no programada", sin señalar concretamente que pudo haber una falla.
Reconoció que la industria está en permanente fiscalización y monitoreo y que en virtud de ello se decidió paralizar las actividades.
Fuente: La Discusión
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home