Miguel Angel Fuentes, a 3 años del accidente radioactivo en Celco (Nueva Aldea)

Este 15 de diciembre se cumplirán tres años desde que Miguel Ángel Fuentes resultara con graves lesiones luego de manipular una cápsula de Iridio 192 en las instalaciones del Complejo Nueva Aldea.

Desde entonces, su lucha no sólo ha sido con las rebeldes heridas que dejó a su paso la radioactividad. También lucha contra la estigmatización de quienes lo reconocen en la calle como “el irradiado”, con la escasez de dinero para solventar sus gastos y con la soledad desde que se produjo su quiebre matrimonial hace un mes y medio.

Esta semana, un reportaje del programa “Esto no tiene nombre” de TVN reveló otra de sus luchas: la que mantiene con la Mutual de Seguridad para poder conseguir la atención médica en Francia que él tanto anhela. Luego de su separación, Miguel Ángel decidió tomar sus maletas y radicarse en Quillón intentando dejar atrás la amargura que le produjo este último hecho en su ya difícil vida.

-El reportaje de TVN consigna una aparente falta de apoyo para viajar por tercera vez a Francia.

-Eso fue hace un tiempo, cuando necesitaba ir porque tenía llagas que se estaban abriendo.


-¿Ahora requieres viajar de nuevo?. -Sí. Hay un documento que se envió a Chile desde el Hospital Militar de Francia para que yo volviera en agosto del 2009. Si yo presento complicaciones, debería volver antes de ese plazo. Ahí está el problema porque la Mutual sólo me hace curaciones, como a cualquier persona.

EN EL PLANO PERSONAL.

-¿Te has practicado exámenes últimamente?.

-Sí. Me hicieron un espermiograma que arrojó la recuperación de un 19 por ciento de espermios. Pero me dijeron cortantemente que a pesar de esto, no puedo tener hijos. Ya he descartado la posibilidad porque existe demasiado riesgo.

-¿Cuál es el escenario actual de tu vida?.

-Estoy viajando a Santiago una vez al mes para las curaciones. Los viajes me tienen agotado. Estoy ahí, marcando el paso y ya no sé qué hacer. A raíz de esto, llegué a la separación porque mi ex señora deseaba tener un hijo. Tuvimos bastantes problemas que terminaron por destruir este matrimonio que ya no tiene vuelta. Es lamentable (guarda silencio).

-¿Y cómo te sientes físicamente?.

-Yo le comenté a la Mutual de Seguridad que ya estoy comenzando a sentir complicaciones en la pierna izquierda, que es donde tuve las quemaduras. A veces estoy de pie, se me duerme y se me dobla-. La esperanza en Francia.

-¿Qué estás buscando ahora?.

-Lo que no quiero es andar con los medios de comunicación exigiéndole a la Mutual de Seguridad que me traslade. Sólo pido que los plazos se cumplan y que esta empresa me envíe cuando tenga que hacerlo.

-¿Cómo entonces has conseguido viajar tres veces a Francia?.

-Las veces que he viajado a Francia, he tenido que patalear. La última vez fue gracias al programa de TVN que se mostró esta semana.

-¿Ves a Francia como una esperanza?.

-En Chile no hay médicos expertos en lo que me pasó. No hay nadie que me pueda tratar. En Francia están mis doctores. Ellos decidieron probar un tratamiento con células madre para frenar el avance de las quemaduras y gracias a eso no me amputaron ni los dedos ni la pierna. El tratamiento que me dieron allá es único. En Chile aún no he estado delante de un médico que me diga que puede hacer algo por mí.

LO QUE SIGUE.

-¿Cuentas con ayuda económica?.

-Mi empresa, Echeverría Izquierdo, ha estado conmigo. Arauco me prometió muchas cosas, y hasta el día de hoy no he visto nada. Me bajaron el sueldo a 185 mil pesos por las licencias médicas. Ahora es una jubilación provisoria de un año por ese monto. ¿Quién vive con esa plata? Tuve el tremendo accidente y nadie responde.

-¿Cuál es el estado de avance con la demanda que pusiste en contra del Estado y la Comisión de Energía Nuclear?.

-Lo decidí así por todas las irregularidades que se cometieron. Yo debí demandar también a Arauco y a Echeverría Izquierdo, pero salieron tantas cosas que era necesario hacerlo así. El Consejo de Defensa del Estado acogió mi demanda.

-¿Sientes que se han portado mal contigo?.

-Sí. Además me siento solo. El daño ya está hecho y es irreparable. Gracias a Dios he sido fuerte y creo que aún no he caído en depresión.

Fuente: Diario La Discusión, Octubre 24 de 2008.