Alcalde de Ránquil responde a críticas por apoyo a celulosa
Recientemente cinco concejales de Ránquil llegaron hasta las instalaciones de la planta junto con el alcalde, Benito Bravo con el fin de entrevistarse con directivos de la planta industrial.
Sin embargo, la reunión fue accidentada por cuanto cuatro de los cinco concejales que concurrieron se retiraron al poco tiempo de llegar.
Baldomero Soto, Felipe Rebolledo, Carlos Garrido y Jorge Guajardo, manifestaron de esa manera su descontento por la falta de información que existiría hacia la comunidad, ya que el alcalde estaría siendo interlocutor de la empresa sin dar espacio a que haya más personas que se integren al diálogo.
De esta forma, se quedaron en la reunión, el alcalde y el concejal Rodrigo Aguayo, lo que demuestra las diferencias cada vez más acentuadas que existen al interior del concejo.
Quienes salieron de la reunión integran la comisión de medioambiente del concejo municipal y si bien reconocen que la industria significó “una fuente temporal y permanente de ingresos para las familias de la comuna”, tienen diferencias importantes.
“MI APOYO A LA CELULOSA NO ES IRRESTRICTO”.
“El blanco de las críticas de concejales a la planta de celulosa Nueva Aldea es el alcalde, soy yo”, señala Benito Bravo, quien agrega que es más que evidente que el tema está politizado.
Bravo, sostiene que si bien es y ha sido partidario de la industria, su apoyo no es irrestricto, sobre todo luego de que comenzaran los “eventos de malos olores”.
El edil, señala que las emanaciones odoríferas se manifiestan sobretodo en el sector de La Concepción, que limita directamente con la industria.
Publicado en La Discusión, viernes 13 de OCtubre de 2006.-
Sin embargo, la reunión fue accidentada por cuanto cuatro de los cinco concejales que concurrieron se retiraron al poco tiempo de llegar.
Baldomero Soto, Felipe Rebolledo, Carlos Garrido y Jorge Guajardo, manifestaron de esa manera su descontento por la falta de información que existiría hacia la comunidad, ya que el alcalde estaría siendo interlocutor de la empresa sin dar espacio a que haya más personas que se integren al diálogo.
De esta forma, se quedaron en la reunión, el alcalde y el concejal Rodrigo Aguayo, lo que demuestra las diferencias cada vez más acentuadas que existen al interior del concejo.
Quienes salieron de la reunión integran la comisión de medioambiente del concejo municipal y si bien reconocen que la industria significó “una fuente temporal y permanente de ingresos para las familias de la comuna”, tienen diferencias importantes.
“MI APOYO A LA CELULOSA NO ES IRRESTRICTO”.
“El blanco de las críticas de concejales a la planta de celulosa Nueva Aldea es el alcalde, soy yo”, señala Benito Bravo, quien agrega que es más que evidente que el tema está politizado.
Bravo, sostiene que si bien es y ha sido partidario de la industria, su apoyo no es irrestricto, sobre todo luego de que comenzaran los “eventos de malos olores”.
El edil, señala que las emanaciones odoríferas se manifiestan sobretodo en el sector de La Concepción, que limita directamente con la industria.
Publicado en La Discusión, viernes 13 de OCtubre de 2006.-
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